Thursday, July 14, 2011

Cuba: Enriquecimiento de Fidel basado en desinformación de los cubanos
“Desde que Fidel tomó el poder, el país quedo paralizado en el tiempo. Y como sabemos, lo que no mejora, empeora. Esa es la triste realidad de una Cuba que camina sobre la base de la desinformación.”

Samuel Angel

La Cuba que visite en días pasados no refleja la información de la Revista financiera Forbes que en el año 2006, mostraba la fortuna del dictador Cubano Fidel Castro en 900 millones de dólares, ubicándolo en el séptimo puesto entre los mandatarios más ricos del mundo.
Por supuesto que los cubanos no saben esto y toda información que pueda tocar sus puertas que no convenga, será mostrada como producto del “imperio yanqui”. Sin embargo la miseria que inunda la isla por doquier haría que cualquier información real conocida por el pueblo que sufre, se convierta en una bomba de tiempo para los intereses de los Castro.
En el país de la desinformación, gracias a Fidel, los cubanos viven con pavor de lo que el régimen haga. Claro, si se dieran cuenta que no tienen por qué aguantarse la miseria que les brinda Fidel y su régimen, podrían cambiar de vida así como lo están haciendo en medio oriente varios países.
Fidel no permite que la gente tenga celulares, tener un celular cuesta el equivalente al salario mensual para un cubano raso. Que entre otras cosas es de 10 dólares mensuales, como todos comprenderán, nadie vive de eso, pero todo sea por la revolución, la revolución económica personal de Fidel. O come o habla por celular, ¿qué escogería usted?
Por supuesto, los que tienen celular no tienen plan de datos, los cubanos no saben bien qué es eso. Es decir, no tienen la posibilidad de educarse, realizar transacciones, aumentar su productividad y tantas otras cosas que para el mundo en la actualidad son parte de la vida cotidiana a través de la tecnología. Claro, los que tienen celular no pueden llamar porque también les cuesta un ojo de la cara.
Como me decía un taxista cubano: “en sus países conocen a las personas que están en la miseria, porque viven en la calle pidiendo dinero, en Cuba, los indigentes están dentro de las casas, y son todos”.
Es increíble el nivel de obras inconclusas o con andamios llenos ya de vegetación, producto de la parálisis económica de ese país, sumergido en el socialismo, improductivo, esclavizante y adormecedor.
Las librerías de la Habana contienen únicamente literatura guerrillera, resulta fácil encontrar el bestseller “la Guerra de Guerrillas”, escrito por el Che. Literatura que se llevan los incautos jóvenes turistas europeos, que confunden al Che con Tarzan y a Fidel con una especie de Moisés en decadencia.
La pobreza en Cuba está por doquier y el principal afectado es el pueblo cubano, a quienes se les ha infundido por parte de Fidel una especie de creencia en que son mártires del socialismo, santos de la guerrilla. A costa de cuyo sufrimiento en medio de la desolación del país, deben aguantar las migajas que el régimen les tira al piso.
Los vendedores del órgano informativo del régimen, el Granma, son personas de la tercera edad, que entregan el periódico a cambio de cualquier moneda, caminan por las calles de la ciudad descompuestos, hambrientos y solitarios. Sacados de un cuento de terror, esos ancianitos sufren física hambre mientras son usados por el régimen para entregar a los turistas el periódico que alaba las maravillas del régimen de miseria en el que viven.
Como nadie vive de 10 dólares al mes, se ha generado toda una economía informal, basada en el contrabando de puros, prostitución y abuso de cobros al incauto turista. Claro, todas las anteriores son prohibidas por el régimen, pero, ante el conocimiento de su ineptitud y buscando no gobernar sobre cadáveres, todo lo permite de manera solapada.
Si alguien se expresa de manera contraria a Fidel y su régimen comunista, es llevado a las mazmorras al estilo de los antiguos esclavistas. La policía traída de oriente a la ciudad de la Habana es más obediente ya que, al provenir de la provincia, su ingenuidad de sentirse traído a la ciudad, los hace ser presas fáciles, obedientes ciegos a Fidel.
Los músicos que pululan en la Habana tocan de manera maravillosa repertorios de los cincuentas, paralizados en la historia, estos artistas deben supeditar su arte a las ideas del régimen. No salirse del Guantamera de Martí es una regla y bailar al ritmo del son cubano como si fueran libres debe ser su mayor puesta en escena.
Los automóviles de los años 40s y 50s que transitan por las calles Cubanas y que se han vuelto un icono del país, en realidad están allí, ante la imposibilidad del régimen de permitirle al pueblo escoger lo que más quiera, cambiar de auto o mejorar año tras año, eso, gracias a Fidel, no existe en Cuba.
Desde que Fidel tomó el poder, el país quedo paralizado en el tiempo. Y como sabemos, lo que no mejora, empeora. Esa es la triste realidad de una Cuba que camina sobre la base de la desinformación.

Cómo obtuvo Calderón la Presidencia

Cómo obtuvo Calderón la Presidencia (o cuando los priistas no eran un peligro para México)


“La izquierda era un peligro para México en 2006 y lo será en 2012 si llega al poder, aunque lo haga de la mano del PAN. La suma de un mal mayor y un mal menor no hacen un mal menor y menos un bien ¡Obvio!”

Leopoldo Escobar

El periodista Ciro Gómez Leyva le preguntó a Felipe Calderón si Enrique Peña Nieto le parecía un peligro para México. Con ello el periodista aludió al señalamiento de ser un peligro para México que Calderón lanzó contra su rival Andrés Manuel López, durante la contienda electoral de 2006.
Al responder, esta vez Calderón no fue claridoso como hace 5 años, sino ambiguo. Pero eso es en público, pues en corto Calderón sigue insistiendo en que lo peor que le podría pasar al país en 2012 es el triunfo electoral del PRI y en que, por tanto, lo único que podría impedir tal escenario es una alianza electoral entre su partido (el PAN) y la izquierda. Y con los malos resultados para PAN y PRD en los comicios locales del Estado de México, que esta vez marcharon separados, Calderón y los partidarios de la alianza la suponen ahora más necesaria y más viable.
Pero hubo un tiempo en el cual a Calderón los priistas no le parecían un peligro para México. La historia que hoy los calderonistas quieren sepultar bajo una montaña de olvido es que Calderón no sólo pudo tomar posesión de su cargo como Presidente de la República gracias a los priistas, sino que además gracias a ellos (o una parte de ellos) pudo ganar la elección.
Y esos votos decisivos provinieron de los muy priistas seguidores de Elba Esther Gordillo, Enrique Peña y Eugenio Hernández, entre otros prominentes personajes del PRI, quienes en forma soterrada pero efectiva promovieron el voto útil a favor de Calderón, para impedir que la izquierda se hiciera del poder.
Cuando El Peje parecía una calamidad inexorable
Un par de semanas antes de la elección presidencial de 2006, parecía muy difícil que Calderón pudiera derrotar a López, si bien la distancia de las preferencias electorales se habían venido acortando y había un “empate técnico” o…casi.
La última encuesta mensual (correspondiente a junio de 2006) de Mitofsky daba 35% de los votos para López, 32% para Calderón y 28% para Roberto Madrazo.
La encuesta de Reforma publicada el 23 de junio de 2006, 9 días antes de la elección, concedía 36% a López y 34% a Calderón.
Pero el 2 de julio Calderón se impuso por una diferencia de apenas 0.52% de los votos (235,329 en cifras absolutas). De “panzazo”, pero ganó. Mas ¿cómo lo hizo?
Encuestas de Mitofsky
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Andrés Manuel López
39%
39%
38%
34%
34%
35%
Felipe Calderón
31%
30%
31%
35%
34%
32%
Roberto Madrazo
29%
28%
29%
27%
28%
28%
Patricia Mercado
1%
1%
1%
3%
3%
4%
Roberto Campa
0%
2%
1%
1%
1%
1%
TOTAL
100%
100%
100%
100%
100%
100%
López y sus secuaces gritaron que la no correspondencia entre resultados y encuestas era “prueba” del “fraude”. Pero si las encuestas previeran exactamente los resultados, entonces nos ahorraríamos las elecciones. Calderón ganó legal, limpiamente. No hubo fraude alguno y es el momento que seguimos esperando las evidencias de la supuesta defraudación de 2006, ese otro mito izquierdista.
Lo que sí es cierto es que con los puros votos de los simpatizantes del PAN Calderón no ganaba y López hubiera arrasado. Calderón necesitó casi 5 puntos porcentuales más de lo que podrían aportar los simpatizantes panistas. La prueba es que mientras Calderón obtuvo 14,921,749 votos, los disputados panistas obtuvieron apenas poco más de 13 millones de votos. Casi 2 millones de ciudadanos dividieron sus votos entre diferentes partidos. Pero esta operación no fue del todo espontánea, aunque su inducción tampoco fue ilegal o ilegítima.
Entra Elba al quite…pero no basta
Si la elección presidencial hubiera sido en enero, febrero o marzo de 2006, Calderón habría perdido. Estaba estancado en un máximo de 31% de las preferencias. A finales de febrero situación era desesperada y entonces Calderón pactó alianzas terminó de amarrar la alianza con Elba Esther Gordillo.
Toda la estructura del Partido Nueva Alianza -que respondía a Gordillo (mientras ella formalmente seguía en el PRI)- aprendió la consigna: votar por Calderón para presidente (y no por el candidato de la PANAL que era Roberto Campa) y votar por los candidatos del partido para los demás cargos. Por eso en la elección mientras que los diputados del PANAL obtuvieron 1.8 millones de votos, su candidato presidencial apenas consiguió 400 mil. Gordillo y su partidarios aportaron 1.4 millones de votos a Calderón.
En las encuestas de abril se empiezan a sentir los efectos benéficos de estas maniobras. Pero los votos del PANAL no bastaban para derrotar a López y para que triunfara Calderón. Por eso en abril diferentes operadores políticos experimentados, que no pertenecían ni al PAN y al PRI, pero que tenían buenas relaciones con políticos de ambos partidos, emprendieron una labor para convencer a ciertos gobernadores priistas a promover el voto útil en favor de Calderón en virtud de que ni Roberto Madrazo tenía real probabilidad de ganar y de que López efectivamente era una formidable amenaza para México. Gordillo por su parte también cabildeó con gobernadores priistas.
La labor se centró especialmente en los gobernadores de Campeche, Durango, Hidalgo, México, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas. Estos mandatarios accedieron, pero advirtieron que no serían muchos los votos que podrían lograr para el candidato panista, pues la promoción no podía ser abierta, so riesgo de provocar un cisma en el PRI.
Resultados de votaciones para Presidente de la República (2000 y 2006) y diputados federales (2009)
2000




V. Fox
F. Labastida
C. Cárdenas
Diferencia
2000-2006 (PRI)
Diferencia
2003-2006 (PRI)
NACIONAL
15,104,164
12,654,930
5,842,589


Campeche
97,712
96,730
31,968
9,318

Durango
186,989
188,262
44,626
34,272

Hidalgo
270,992
335,446
129,134
99,520

México
2,094,449
1,520,711
896,409
487,601

Nuevo León
730,290
588,217
92,427
99,815

Sonora
423,420
277,377
107,665
102,012

Tamaulipas
486,262
413,861
85,425
96,012

Suma
928,550

2003




PAN
PRI
PRD


NACIONAL
8,273,012
9,878,787
4,734,612


Campeche
100,808
106,570
6,351

19,158
Durango
100,653
193,845
14,538

39,855
Hidalgo
126,756
259,716
93,043

23,790
México
886,940
1,059,755
705,108

26,645
Nuevo León
508,860
718,831
30,190

230,429
Sonora
310,680
313,937
87,955

138,572
Tamaulipas
244,950
386,914
60,694

69,065
Suma
547,514
2006



F. Calderón
R. Madrazo
A. López


NACIONAL
14,921,284
9,301,441
14,686,420


Campeche
99,526
87,412
101,192


Durango
255,229
153,990
128,881


Hidalgo
251,772
235,926
385,750


México
1,771,515
1,033,110
2,469,093


Nuevo León
865,006
488,402
282,384


Sonora
468,288
175,365
240,114


Tamaulipas
506,177
317,849
324,491


Los candidatos del PRI a diputados federales obtuvieron 1.4 millones más de votos que los que obtuvo su candidato presidencial. No todos esos votos fueron para Calderón, pero sí la mayoría y gracias a las promociones soterradas de los gobernadores priistas ganados a la causa del voto útil.
Como se aprecia en la tabla, esos gobernadores no pudieron mantener para el candidato presidencial priista ni siquiera los votos obtenidos en 2003 (a pesar de que las elecciones intermedias son de menor participación electoral que las presidenciales), para no hablar de los votos de 2000. La transferencia de votos priistas al candidato panista Calderón fue del orden de entre 600 mil y 900 mil. Y por cierto, nadie obligó a esas personas a votar así, porque en la soledad de las urnas podrían haber votado de otro modo si esa hubiera sido su convicción. Simplemente parte del liderazgo político consiste en tener autoridad moral y capacidad de persuasión sobre los seguidores.
Sea por las motivaciones que sea, muchos priistas actuaron responsablemente en 2006 y ayudaron a impedir la catástrofe que habría significado que la izquierda llegara al poder. Por eso ahora resulta tan hipócrita que se tome a los mismos que ayudaron a Calderón a llegar al poder como “un peligro para México” ¿No es acaso absurdo hasta el ridículo que el “peligro para México” haya sido vencido con el apoyo de otro “peligro para México”? En realidad lo que dicen los que antes veían en la izquierda un peligro para México y hoy lo ven en los priistas es: la única manera en que no haya peligro para México es que nosotros estemos en el poder…por siempre…
El único “peligro para México” es la izquierda. Las demás opciones políticas simplemente son no deseables por cuanto están infectadas por el intervencionismo estatal, el programa de la “justicia” redistributiva y el colectivismo edulcorado y difícilmente lograran que nuestra nación supere la pobreza y el subdesarrollo. Esas opciones debemos considerarlas males menores en diferente grado, las cuales son preferibles frente al mal mayor que es la izquierda, claro, en tanto no surja la opción de poder deseable, que no es otra que la liberal.
La izquierda era un peligro para México en 2006 y lo será en 2012 si llega al poder, aunque lo haga de la mano del PAN. La suma de un mal mayor y un mal menor no hacen un mal menor y menos un bien ¡Obvio!

Desafíos del liberalismo clásico en una era de información

Crítica, conversación y creatividad: Desafíos del liberalismo clásico en una era de información


“La evolución de las tecnologías de comunicación tenderá a revolucionar nuestros métodos de generación de contenidos. Quizás deberemos emprender la formulación general de un liberalismo con aceptabilidad pública. Por ahora, dados los riesgos que impone la atracción pública hacia la vanidad de redención absoluta, en la defensa de la crítica y la conversación debemos contemplar todo aquello que permita avanzar los fines de la libertad.”


Roberto Salinas León

El presente texto forma parte de la colección "Facetas Liberales: Ensayos en honor de Manuel F. Ayau", editado en 2011 por la Universidad Francisco Marroquín y coordinado por Alberto Benegas Lynch (h) y Giancarlo Ibargüen. Asuntos Capitales reproduce este ensayo con autorización tanto del autor como de los coordinadores de la obra.
[Nota sobre el autor]
“Modern civilization will not perish unless it does so by its own act of self-destruction. Only inner enemies can threaten it. It can come to an end only if the ideas of liberalism are supplanted by an anti-liberal ideology hostile to social cooperation.” Ludwig von Mises
Introducción
Los grandes avances tecnológicos en el mundo de las comunicaciones han generado una explosión de nuevos contenidos y medios más sofisticados para transmitir ideas. En este sentido, el futuro de la información conlleva una gama de nuevas tecnologías que facilitarán enormemente la producción y, sobre todo, la difusión de contenidos y conocimientos. Ciertamente, la causa de consolidar una sociedad abierta, junto con la de articular una defensa efectiva de la libertad y de los principios del liberalismo clásico, también disfrutará de una mayor disponibilidad de tecnologías de comunicación, sin los costos de transacción -como la distancia, el tiempo o las fronteras nacionales, por ejemplo- que tradicionalmente han estado asociados a esta labor. Sin embargo, aún no existe un mecanismo ideal, una “camisa de fuerza dorada”, que limite la naturaleza de contenidos potencialmente transmisibles.[1] Las ideas tienen consecuencias; buenas o malas, liberales o anti-liberales, radicales o en el centro. El reto permanente de defender una sociedad abierta, de exponer de manera convincente los argumentos del liberalismo clásico, sigue siendo una tarea de máxima relevancia para el futuro de la libertad y la conversación civilizada.

Colombia: Las cifras verdaderas sobre la violencia en el país

Colombia: Las cifras verdaderas sobre la violencia en el país – por William Calderón

Mientras los consultados en las más recientes encuestas se muestran pesimistas en temas tan sensibles como la seguridad, la salud y el empleo, nadie se explica cómo el presidente Santos mantiene tan alta su favorabilidad en las mediciones de opinión. La pregunta se la trasladamos, en La Hora de la Verdad, de Súper, al encuestador Jorge Londoño, de Gallup, quien se salió por la tangente y se despidió sin darnos una respuesta satisfactoria.

En la prensa costeña no se apagan todavía los ecos del rifirrafe que mantuvieron, en Montería, el Presidente de la República y la gobernadora de Córdoba alrededor de las cifras sobre los muertos y heridos que deja la violencia en esa región del litoral atlántico. La mandataria salió airosa al demostrar con datos institucionales que su información no era producto de la imaginación, como lo sugirió el doctor Santos. Tras la visita presidencial, El Meridiano de Córdoba abundó en información gráfica y escrita sobre las víctimas de la ola criminal y en un editorial exigió al gobierno central resultados para frenar la violencia.

La ofensiva de los terroristas en el sur

El pasado fin de semana, en el sur del país, los insurrectos activaron cargas explosivas en Cali y Buenaventura. Hubo asaltos en Argelia y Jambaló, Cauca, con saldo de muertos y heridos, a pesar de las advertencias que había recibido el gobierno por parte del senador payanés Aurelio Iragorri, a quien también tildó de mentiroso el presidente Santos, en otro desafortunado consejo de seguridad. En San Vicente del Caguán hubo masacre durante el fin de semana. En el departamento del Magdalena –como lo registró el diario que lleva su nombre—se registraron en junio último 56 asesinatos, 30 de ellos ocasionados con armas de fuego. La violencia también hizo presencia en Arboletes, Antioquia; entre las víctimas figura un periodista. Cabe recordar que la guerrilla regresó al Chocó, de acuerdo con una denuncia del gobernador Malcom Ali Córdoba.

Alarmante ola de inseguridad imperante en Colombia

El Diario del Otún, de Pereira, la tierra natal del ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, publicó durante el “puente” festivo un inflamado editorial dando cuenta de la alarmante ola de inseguridad imperante en Colombia. Entre los hechos perturbadores enumerados dejábamos por fuera el regreso del boleteo, la extorsión y el secuestro en Arauca (según Salud Hernández) y los Llanos orientales (de acuerdo con María Isabel Rueda). Y al departamento de Nariño regresó el ELN. Sin embargo, después de este inventario el almirante Cely dice otra cosa muy distinta en El Tiempo. Como que estamos en el gobierno del “tapen, tapen”. El ministro Rivera sostiene que quienes están perpetrando los asaltos y asesinatos de oficiales y suboficiales de la fuerza pública son unos chichipatos. Lo que preocupa es que “esos pobres chichipatos” tengan al país perplejo con la inseguridad que se vive en la nación, ola que se trató de disimular con la innecesaria rueda de prensa ofrecida por el Presidente, en la base militar de Catam.

Venezuela: La hora final –

Venezuela: La hora final – por Pompeyo Márquez

Marx encontró una bella metáfora para referirse a ese proceso sociopolítico, cultural y económico que va tejiendo nuevos escenarios históricos casi siempre a redropelo de la voluntad de los hombres y a veces, incluso, contra su expresa voluntad. Engañando a tirios y troyanos y usando los más equívocos, falsos y trastornados mensajeros. Lo llamó “el viejo topo”. Y al trabajo que realiza en el subsuelo de la conciencia colectiva hasta derrumbar todas las falsas certidumbres para permitir el nacimiento de una nueva sociedad lo llamó “su trabajo de zapa”.

Súbitamente y de la manera más insólita, pues nadie se lo había siquiera imaginado, el viejo topo hace su trabajo de zapa bajo el resquebrajado cuero seco de esta Venezuela petrolera.

Y para terminar de derrumbar el tinglado fantasmagórico de esta sedicente revolución bolivariana y permitir que emerja del trajinado subsuelo de nuestra sociedad la nueva sociedad moderna y globalizada que exigen las circunstancias, se sirve del falso mensajero: un teniente coronel con aspiraciones de eternidad al que el destino, en una siniestra jugarreta, le desemboza de un solo tajo la dolorosa fragilidad de su existencia. La historia lo pilla en offside: fuera de juego. Con su revolución en el cartapacio.

Pertenezco a aquellos que creyeron que Hugo Chávez, en esta particular circunstancia, se desempeñaba en el rol de lo que Molière llamara “le malade imaginaire”, el enfermo imaginario. Bajo la mise en scène de Fidel Castro y la producción estelar del G2 cubano.

En un operativo que llamé “misión resurrección”. Consistente, tal como lo ha hecho el mayor de los Castro, en desaparecer de la faz del planeta, provocar conmoción pública y reaparecer al filo de la desesperación colectiva para ser recibido en gloria y majestad como el hijo pródigo, ya al borde de la histeria. Tiempo suficiente, además, para volver a empaquetar la mercadería: un lifting, una cirugía estética, un new look para ver si engañaba a Cronos, el Dios del tiempo, el implacable. Ha sido el recurso con el que su íntimo amigo y compañero de aventuras Muammar Gadaffi ha refrescado su imagen, hasta ahora, cuando los dioses del desierto le vuelven la espalda.

La realidad parece desmentirme. La realización de la asamblea cumbre de la organización con que el segundo de Fidel Castro imagina el futuro sin la OEA, el CELAC, pautada para el 4 y 5 de julio en la isla de Margarita, jugada maestra de los bolivarianos y del lulista Foro de Sao Paulo con la que pretenden desbancar a los Estados Unidos y al Canadá del tablero político latinoamericano, ha sido cancelada el pasado miércoles 29 de junio. La razón clama a los cielos: Chávez está enfermo. Y no de cualquier minucia propia de personajes estresados – empresarios, artistas, periodistas, productores de televisión, políticos derrotados y jugadores de bolsa – tales como una gastritis, colon irritable, mareos súbitos, torsiones musculares, obesidad y desmayos causados por la acumulación de acosos existenciales. De ninguna manera. Chávez padece de cáncer. Por ahora, según se deduce de las informaciones que traspasando el espeso muro del secretismo propio de regímenes totalitarios han llegado a los medios nacionales e internacionales, no padece de un cáncer terminal y devastador, como los que suelen llevarse a los simples mortales en pocos días con la silbante ráfaga de un guadañazo. Pero no nos llamemos a engaño: un cáncer es un cáncer. No existe un cáncer benigno – ejemplar oxímoron -, como esos malestares que se guardan en el portafolios y nos sorprenden el día de mañana llegando a la oficina. Una acidez pertinaz e insoportable después de días de alcohol, sexo y fatiga.

Nadie ha dicho que el cáncer de Chávez, supuestamente de próstata con algún nivel de metástasis en otros órganos vecinos – se habla del hígado y del páncreas, incluso de sus huesos -, se lo llevará al otro mundo de un día al otro. Conozco a muchos que han sobrevivido años y años con un cáncer, de los aviesos y traidores.

Pero al día de hoy y a pesar de esa certidumbre debemos reconocer que casi todos quienes sufren de cáncer se invalidan para las grandes aventuras psíquicas, físicas y corporales a las que se sentían llamados. En la inefable pantalla espiritual de sus vidas se asoma la persistente, la tenaz, la aviesa sombra de la más antigua, más amarga y más extenuante de las certidumbres: la de la inmediatez inevitable de la muerte. En esos casos, ese tenue velo de la eternidad con el que convivimos en la sana inconsciencia cotidiana, se rasga como con un relámpago. Murieron las ilusiones.

Esto le, nos sucede, además, en el peor y más angustioso de los momentos del proyecto vital que ha convertido en esencia de su vida desde sus tempranos días en la Academia Militar. Le sucede cuando la llamada revolución bolivariana se derrumba en pedazos sin haber dejado a su paso una sola institución, una sola obra, una sola realidad imperecedera.

Como suele suceder con regímenes autocráticos sustentado en atributos absolutamente personales y azarosos del autócrata. La única que pudo sobrevivirle, la Constitución, ha sido envilecida, atropellada y ultrajada por sus mismos creadores.

En un país que siente animadversión congénita por el orden constitucional y se lo ha pasado pergeñando constituciones – ya van 27, mientras Estados Unidos tiene una con enmiendas e Inglaterra simplemente carece de ella – difícilmente le sobrevivirá más de algunos meses.La asamblea nacional – sea escrito en minúsculas dada su bajeza – es infinitamente más venal, corrupta y despreciable que todas las que la precedieran en estos doscientos años de vida legislativa. Incluso la de Cipriano Castro, sobre la que Rómulo Gallegos escupiera su juvenil y corajudo desprecio hace más de un siglo. Y el partido que se sacó de la manga en medio del aluvión social que lo arrastrara al Poder, el PSUV, se volverá escenario de una guerra a dentelladas por la herencia de los despojos. En suma: estos trece años de despilfarro, desorden, odios, enfrentamientos y esperanzas yacen por los suelos. Tanto, que uno de sus más importantes artífices, el teniente Diosdado Cabello, se ve en la obligación de señalar que sin Chávez, no queda, no quedaría, no quedará absolutamente nada. Como exclama el croupier cuando detiene las apuestas: fin de partie. Para comprender la magnitud de la confesión me imagino un solo escenario: ¿Stalin exclamando que sin Lenin se acabó la revolución bolchevique? Imposible.

Aún así, haberse mantenido firmemente montado sobre el alebrestado cimarrón que lo respalda no es poco para un ágrafo teniente coronel al que en la academia militar menospreciaban sin miramientos apodándolo “el loco Chávez”. Haber enfebrecido a un pueblo rebajado a pasto de sus ambiciones ha sido una proeza que pasará a la historia. Como tambiél pasará el hecho insólito y condenable de no dejarle un techo, un pan, un abrigo a pesar de haber contado en una década con la mayor fortuna jamás conocida en la historia de Venezuela desde su descubrimiento. Ni siquiera le entrega una auténtica Nación en la que cobijarse. Sólo un recuerdo vaporoso y difuso que el viento irá esparciendo en el olvido como el sueño de una larga, interminable, pesadillesca noche de verano. Pues todo lo que sobrevive en instituciones, en infraestructura, en desarrollo económico, cultural y social ha sido obra de los cuarenta años que lo precedieran. Y que el más feroz de los embates no ha podido terminar por destruir.

Es esencial que las élites lo comprendan y se preparen a actuar en concordancia: Venezuela, desde el 10 de junio de 2011, día en que se le operara en La Habana de un absceso pélvico producto de una prostatectomía, ya es otro país. Chávez no está muerto ni posiblemente lo estará en años. Le ha sucedido algo peor, porque es menos glorioso: se nos ha vuelto súbitamente inútil, obsoleto. Temeroso, frágil y quebradizo. Ya es tarde para parapetar de urgencia una nueva realidad pariendo de la noche a la mañana una revolución armada, socialista, bolchevique, heroica e impoluta como la que naciera en la Sierra Maestra y muriese a poco andar de un brutal totalitarismo caudillesco y autocrático. Tal como lo pretende Adán Chávez, patética y lamentable parodia de Raúl Castro, el comunista de la familia. Nunca segundas partes fueron buenas.

La oposición debe descifrar las claves de este nuevo país.

Y observar con atención al estado de excepción que se agudiza tras este providencial suceso. Un atentado del destino ha fracturado las bases del Poder caudillesco que sostenía la farsa revolucionaria. Desde luego, y visto en la gran perspectiva del Poder y la Historia, no se trata de mantener la ficción electoral sometiéndola al estrés del apuro y la precipitación. Se trata del aprehender y comprender en toda su magnitud el momento crucial que vivimos, el Kairós (καιρός) que llamaban los griegos: ese instante único e irrepetible por el que se nos cuela lo nuevo, lo inédito en la historia. El problema, así como el desafío, son trascendentales. Se trata de asumir la responsabilidad del Poder y asegurarle a la Nación el futuro cuyas portones acaban de ser abiertos por el viejo topo. Lenin exigió en sus tesis de abril de 1917, cuando la parodia democrático burguesa intentaba gatear, “todo el poder a los soviets”.

Llegó la hora de exigir “todo el Poder a la Democracia” y proceder de inmediato al delicado montaje de la transición a la nueva Venezuela.

Dios quiera que sea por medios electorales. Y que el fantasma del golpe de Estado que estará rondando las cabezas de los más afiebrados de entre los huérfanos de Chávez, ultima ratio de una revolución que se desbarranca, sea impedido por la sensatez de nuestras élites civiles y uniformadas. La Patria lo demanda. La decisión está en nuestras manos.

Venezuela: Centro operativo de terrorismo

Venezuela: Centro operativo de terrorismo – por Adolfo R. Taylhardat

La semana pasada el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos inició una investigación acerca de las actividades de apoyo al terrorismo que tienen lugar en América Latina. En una audiencia de ese Comité, en la cual participaron congresistas y expertos en cuestiones de terrorismo, trascendió que elementos vinculados al Hezbollah y ciudadanos venezolanos de origen árabe participan en labores de reclutamiento y entrenamiento para la realización de ataques terroristas y que una base central operativa para esa actividad se encuentra en la Isla de Margarita.

La investigación en el Congreso de los Estados imprime al tema un carácter sumamente delicado y coloca a nuestro país en una posición comprometedora porque el asunto está siendo considerado como una situación que podría constituir “una seria amenaza para la seguridad de los Estados Unidos”.

Según los expertos que participan en esa investigación, en América Latina se encuentran activos alrededor de 80 operativos de Hezbollah, principalmente en Venezuela y Brasil.

Roger Noriega, quien hasta hace poco desempeñó el cargo de Secretario para Asuntos Latinoamericanos en el Departamento de Estado y participa en la investigación como uno de los expertos en el tema, señaló que régimen venezolano “tiene un récord de apoyar a narcoterroristas colombianos, ha cooperado con Irán para proveer apoyo político, financiamiento o armas a Hezbollah, Hamas o la palestina Jihad Islámica en este hemisferio y otras partes” Afirma además que la isla de Margarita “ha eclipsado a la infame área de la Trifrontera – la región donde Brasil, Argentina y Paraguay coinciden en Sur América- como el principal refugio y centro de las operaciones de Hezbollah en las Américas”.

Según informaciones proporcionadas durante la audiencia “Uno de los líderes claves de Hezbollah, es el segundo funcionario en importancia en la embajada de Venezuela en Siria”, el venezolano originario de Líbano, Ghazi Atef Salameh Nassereddine Abu Ali, quien supuestamente dirige, “junto a dos de sus hermanos, una red de lavado de dinero y reclutamiento, que entrena operativos para expandir la influencia de Hezbollah en Venezuela y en toda América Latina”. Nassereddine figura, desde el año 2008 en la lista de personas que apoyan el terrorismo internacional elaborada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. También se afirmó en la audiencia que Oday, el hermano menor de Nassereddine, “ha establecido en Venezuela “una base en la cual se organizan operaciones de entrenamiento en la Isla de Margarita, y actualmente está reclutando seguidores a través de los Círculos Bolivarianos en Barquisimeto”.

Ya el periodista español Antonio Salas, en su libro “El Palestino”, publicado recientemente, había ofrecido testimonios acerca de la existencia en Venezuela de campos de entrenamiento en los cuales las FARC, ETA, Hezbollah y otros grupos terroristas realizan actividades de entrenamiento de sus efectivos. Según Salas, quien se hizo pasar como un palestino-venezolano partidario de la jihad y logró penetrar esos grupos, solamente en los alrededores de Caracas existen seis campamentos de entrenamiento de terrorismo. Los testimonios de Salas están respaldados con una serie de fotografías y videos, que están disponibles en Internet.

El libro de Salas habría sido notitia criminis más que suficiente como para que la fiscalía emprendiera una investigación sobre esas graves y comprometedoras revelaciones. Sin embargo, como ocurre siempre con situaciones que involucran al régimen, el tema ha sido olímpicamente ignorado por las autoridades que deberían tomar cartas en el asunto.

Seguramente la investigación del parlamento norteamericano recibirá el mismo tratamiento, sazonado con calificativos peyorativos y hasta soeces, como es la conducta habitual del régimen.

Sin embargo, no está lejos el momento en que la actual administración tendrá que rendir cuenta a los venezolanos y a la comunidad internacional por esta conducta que constituye una grave falta a los compromisos internacionales del país. Además infringe decisiones expresas del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas e involucran a Venezuela como país y a personeros del gobierno en actividades contrarias a la esencia fundamental de nuestra nación, implicándola en situaciones que por su propia naturaleza generan riesgos claros e inminentes para la soberanía nacional.

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